martes, 16 de octubre de 2012

Paseo fotográfico por San isidro

Si me tengo que sincerar conmigo misma tengo que decir que mi primera reacción suele ser una queja. 
Por qué? Obvio, mi nivel de exigencia es tan alto que en una semana pretendo ser una súper fotógrafa.


Lo escribo para incorporarlo en mi pensamiento diario: No puedo subir al décimo escalón sin haber pasado por los nueve anteriores.


Como era de esperar pasó lo mismo de siempre. Vi el resultado y me quejé.
Primero dejenme que les cuente como fue mi corta visita a la plaza:
Mientras Nina y Alejandro dormían aproveché, crucé los dedos esperando que mi auto arranque y fui directamente para la locación.
Sabia que tenía poco tiempo. Pero no TAN poco. Habré estado media hora. Lo suficiente como para que el tiempo transcurra de un modo distinto. Porque cuando hacemos algo que nos gusta perdemos noción de los minutos.


La luz de las 4 de la tarde no favorecía. Pero es el único momento que me pude tomar en la semana.


Sonó mi celular: Nina con mamitis extrema lloraba desconsoladamente y gritaba: MAMAAAA!!! MAMAAAAAA! Porque le dolía mucho la boca. (Le están saliendo los premolares).
Desde luego esta fue una excepción. No jodamos. Una vez que me tomo un ratito para mi tengo que salir como una flecha??? Repito *excepción*.
Llegué a casa, vi las fotos y por supuesto no quedé conforme con el resultado.
No importa. Vi mis errores. Estoy buscando fotos con los resultados que me gustaría lograr. Viendo distintos puntos de vista, etc.



La vida es un aprendizaje continuo. Me animo a postear igual.







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